Generalmente los economistas ven las situaciones del día a día como una estadística más o una cifra, pero esto no sirve de nada si no sabemos quienes son esas cifras o porque pertenecen a ellas, estando de visita en el acilo de ancianos nos dimos cuenta que hay muchas situaciones de la que nos creemos lejanos pero no somos nada ajenos a ellas.
En el acilo de ancianos de Manzanillo A.C., viven 30 adultos mayores, de los cuales solo 10 aportan la cuota voluntaria de $300 semanales esto quiere decir que como ingreso seguro solo tienen $12,000.- mensuales, provocando, entonces, que el sostenimiento del acilo sea muy dificultoso ya que solo una tercera parte aporta y son mas los que consumen, los ancianitos viven con carencias, ropa regalada de segunda mano, colchones y camas de la misma categoría así como también con los productos de primera necesidad. Dado que el acilo esta ubicado a un costado de una vialidad muy transitada hay un integrante del acilo que se ofrece a colectar dinero todos los días, teniendo un ingreso extra para la casa de estas hermosas personas. El patronato por otro lado presidido por la Sra. Lourdes Román, se encarga de buscar ingresos mediante donaciones en dinero y especie para el acilo, convocando a las personas por medio de cartelones rudimentarios para no utilizar el presupuesto en eso, en fin, la mayoría de la gente que ahí labora es de voluntariado, algunos se les paga por estar ahí todo el día y otros se presentan solo a ver que es lo que se ocupa, como dice la presidenta, las manos nunca sobra ahí.
Ya hable de las necesidades económicas o de productos de diferente categoría que hay en el acilo, ¿pero que otras necesidades puede haber?, será acaso solo cumplimos como sociedad al ayudar (y no toda la sociedad) a que no les falte bocado que llevar a al boca diariamente. Pues no, algo esta fallando y es fácil de notarse, solo basta con regalarle una hora a estas hermosas personas llenas de sabiduría y con doctorados en la universidad de la escuela de la vida, que nosotros gastamos en tv, chat, facebook o alguna de esas cosas que nos apasiona mas que el hecho de ayudar.
El sábado 5 de marzo, me presente al acilo de ancianos mas o menos con una idea de lo que m esperaba ver, en fin, cuando llegue al acilo me presente con el encargado para ver en lo que podía ayudar, y solo dijo que pues me pusiera a platicar con los ancianitos ya que era lo que a ellos mas les gustaba, en fin me acerque a dos de ellos y decidí ponerme a platicar, ¿Qué cosa? Cualquier cosa que se m viniera a la mente, así estuvimos un buen rato compartiendo ideas y conociéndonos mejor hasta que uno de los señores me invito a jugar domino ya que su contendiente se había parado y no volvía. Estuve jugando domino con el alrededor de media hora, eso lo entretenía mucho al parecer, era un señor muy peculiar, yo le preguntaba una cosa y el me contestaba lo que quería, me tome una seria de fotos, pero en verdad no m importo mucho eso ya que me gustaba esta jugando con el atentamente, era un señor buena gente y como niño que el parecía el juego se regia bajo sus estrictas reglas, de pronto su compañera volvió entonces yo m dispuse a dejarle el lugar que a ella le pertenecía en la mesa y la señora me dijo que ahí me quedara que no quería que me fuera, ahí note que ella estaba feliz de que ahí estuviéramos y no quería para nada que me levantara. Paso un buen rato y entre la platica el señor con el que jugaba domino me hizo saber que el era de Ciudad Guzmán Jalisco y que el había trabajado muchos años en la zona de tolerancia de su tierra natal. El tiempo pasó volando y llego la hora de la misa, mis dos compañeras y yo acompañamos a los ancianitos a la capilla donde ahí los dejamos tomar en paz su celebración religiosa y nosotros pasar a retirarnos. Al finalizar, nos reunimos mis compañeras y yo afuera del acilo y nos pusimos a discutir las maneras por las cuales muchos ancianos habían llegado ahí y es triste saber que muchos de los casos es por abandono de la familia, simplemente fueron y los dejaron ahí, y ya nunca volvieron, simplemente triste, ¿en que habrán fallado para que sus hijos les hagan eso?, estoy casi seguro de que en nada, pero la sociedad cambiante llena de prejuicios y poca moral en la cual nos estamos convirtiendo esta haciendo que mucha gente tome este tipo de decisiones.
Para finalizar mi relato no m queda mas que decir que, uno quisiera ser pulpo, o tener mucho tiempo o dinero para poder ayudar, pero no siempre se puede, es preocupante todos estos tipos de problemas que afectan a estos ancianitos pero la solución nos es preocuparse, sino, ocuparse.
no es acilo es asilo*
ResponderEliminary no se dice una tercia partee D: se dice una tercera parte,, ademas dificultoso? no seriia mejor DIFICIL.
Que pasa con tus EXCELENTES REDACCIONEES :S
la cuota que pagan los ancianos es de 300 pesos nononono en CONCLUSION unaa de tus peores redaccionees jajajajajajajaja
ANONIMOOO